Reseñas en "#3"

Sin caos no hay orden

En Física, entropía es un término derivado de la segunda Ley de la Termodinámica y que mide la energía consumida no reutilizable de un sistema. El Universo tiende al caos, a la ausencia de formas, al desorden. Cuanto mayor entropía presente un fenómeno, mayor desorden habrá. Y si alcanza su grado máximo, el Universo equilibrará todas las temperaturas y presiones, lo que implicaría su muerte térmica. La mayoría de los sistemas en la Naturaleza, tienden a esta búsqueda del equilibrio total, uniforme. Para poder resistir esta lucha, la materia viva debe consumir y degradar energía continuamente. Los seres humanos, por ejemplo, transformamos nuestra energía en trabajo, y la reponemos mediante comida. Como sistemas abiertos, continuamente interactuamos con el medio–que a su vez es otro sistema mayor. Intercambiamos energía y materia, lo que implica un aumento cada vez mayor de entropía; de desorden. Pero, a su vez, aumenta la información, que nos permite controlar ese nivel entrópico; ergo, generar orden. Ya que sin él, no hay caos y viceversa.

Tal vez se preguntarán ¿qué tendrá que ver todo esto con una muestra plástica? Veamos… Durante el mes de junio, en el MPBA Juan Yaparí, se presentó una muestra de pinturas titulada Desentropía. Su lectura general no es inmediata, y cada cuadro demanda su tiempo. La intención de su creador Carlos Tartarini, fue hacer una analogía sobre esa pérdida gradual de energía, tratando de recuperar la que –según sus palabras- iba quedando en el camino y transformarla en idea. Inspirado en un capítulo del libro Super-Fuerza del divulgador científico Paul Davies, recordó también al filósofo Teilhard de Chardín quien sostuvo que la negentropía, el estado post-entrópico, no implica la pérdida de esa energía, sino la transformación de la misma en algo más complejo, más sutil, más refinado –nos comentó el artista.

Apasionado por la metafísica y todo tema relacionado a los aspectos macro y micro de nuestro Cosmos, Tartarini sostiene haber encontrado en las figuras geométricas la posibilidad de representar la Idea, y junto a ella, a la Luz como madre de todo, y al Color, como su hijo. Sin la madre, no existiría imagen perceptible en el Universo. Sus imágenes exigen observación. Aquí, la luz es la protagonista, y como forma de energía que se propaga vía ondas y partículas, se evidencia en lo plástico. Las figuras se superponen, se yuxtaponen. El espectro de colores se presenta determinado por momentos. En otros, las ondas se expanden hacia el espacio. En la lectura de los cuadros del artista, podemos ver toda esa energía formada por fotones –luz- que absorben las ondas del espectro, reflejando otras, y son las que conocemos con el nombre de pigmentos. Allí nace el hijo -el color- que nos permite detectar las propiedades lumínicas de las formas y a través de las cuales, percibimos que la idea ha sido materializada, ordenada. Tartarini les ha dado un orden a sus ideas sobre el fenómeno fisiológico; les dio forma. Con imágenes abstractas ha logrado plasmar estos conceptos que lo provocan. Y es ese orden, justamente, el que nos indica que esa materia viva está allí y lucha para que la energía perdure, subsista. Probablemente por ello, hasta que los cambios físicos y químicos ya no sean posibles, la presión y la temperatura sean uniformes, y todo converja en un solo sistema único; el artista intentará siempre quebrar ese equilibrio universal: transmutando, así, caos en orden, entropía en desentropía.

 

Valeria Darnet es Licenciada en Artes Plásticas. Docente UNaM. Artista Grabadora.

Imagen: El electrón es zurdo. Acrílico. (fíjate donde está la camarita, hacé click y despliega) http://www.arsomnibus.com.ar/web/muestra/carlos-tartarini-en-el-macla

La venganza es un plato que se sirve exageradamente frío

Hablar de una película cargada de violencia e imágenes fuertes puede resultar difícil, sobre todo si queremos recomendarla, y ni hablar si se trata de un film coreano, ya que Hollywood tanto nos acostumbró a ver películas estructuradas en su propio lenguaje narrativo, repletas de clichés que muchas personas no resisten ver cine originario de otros países. Sin embargo, en 2003, el director surcoreano Chan-wook Park superó esta barrera con el estreno de Oldboy, segunda entrega de lo que se denominó la trilogía de la venganza. Esta interpretación audiovisual del manga (comic japonés) homónimo logra superar todas las expectativas con su original historia y particular guión, un film que varía su ritmo y clima en varias oportunidades manteniéndonos en constante intriga, expectantes hasta el último minuto. No es una película para ver en familia, pero a su vez resulta imperdible. En su historia, plagada de interrogantes, nos presenta distintos planteos en torno a su protagonista, Oh Daesu, quien resulta víctima de un secuestro tan particular que cambiará su vida para siempre. Un guión tan insólito que puede hacernos cambiar nuestra actitud frente a quienes nos rodean, e incluso, la manera en que nos manejamos por la vida.

Leonardo López es Diseñador Gráfico. Docente UNaM. Realizador FX.

Ficha técnicaTítulo: Oldboy
Año: 2003
País de origen: Corea del Sur.
Dirección: Park Chan-wook
Guión: Park Chan-wook, Hwang Jo-yoon (Manga: Nobuaki Minegishi)

Reparto: Min-sik Choi, Ji-tae Yu, Kang Hye-jeong, Ji Dae-han, Dal-su Oh, Byeong-ok Kim, Lee Seung-Shin, Jin-seo Yun

Mixtura y barro en la expresividad

Nina Estanislada Kislo de Kairiyama (1945-2011) Ceramista de Oberá. Se autodefinió como el resultado de una mixtura étnica que influye en su accionar artístico, marcando a fuego sentimientos, desde un principio y que seguían fluyendo, que estaban siempre presente. Comienza a incursionar en el arte como profesora de dibujo, y luego como especialista en cerámica, en la Facultad de Artes de Oberá (Misiones), donde marcó a fuego constante su proceso artístico. Fundó el instituto de investigación Apoava, llegó a ocupar varios cargos directivos y desempeñarse como vicedecana entre los años 1990-1994, siempre con gran reconocimiento a sus maestros y a la institución que le permitió crecer como a la actividad docente, donde con pasión reconoce la retroalimentación entre el docente y el alumno, interacción también compartida con la creatividad, ya que fue el arte el centro de su vida. Humilde, generosa, artista de nuestra tierra, sus obras logran el reconocimiento y premios en importantes salas de nuestro país como de otros lugares del mundo, siempre con consciencia de que el premio la condicionaba a mayor compromiso y superación. Su apasionada dedicación comienza valorizando el material, dando preferencias al ñaú -arcilla regional- de Misiones llevándola a todas sus posibilidades de técnicas, modelados, textura, color, quemas, ensambles… a lo que sumó “Actitud, espíritu crítico y hacer y hacer” – que eran sus consignas. Plasmadas en modelado escultórico y también en murales, todas sus obras se presentan en pequeños como en gran formato. Los colores de su tierra misionera, todos los rojos y los verdes de los montes, y los colores estridentes de las floraciones, el sol y la lluvia, aportaban para ella alegría en sus piezas, decía. Utilizaba esmaltes de colores brillantes como también la sumatoria de vidrios; y en el ensamblaje final, elementos de madera o hierros que interactuaban logrando conformar un todo. Nina tomaba lo cotidiano y sencillo para representar lo profundo y emocional. Sus manos, más que modelar, narraban… por medio de un modelado rápido, ingenuo, intuitivo deja un sello sin la necesidad de acabados y cánones morfológicos, no es raro ver entre sus obras rostros inconclusos o que parte de ella no está definida, pero esta presencia de ausencia se hace mensaje de sentimientos, ¿cómo observar a una mujer oprimida si estas están con un velo de barro que cubren sus rostros? Priorizó el concepto como modo de expresión, “plasmar lo indescriptible, lo fugaz y lo imposible” como lo definía, creando desde el  realismo mágico y teniendo como eje central a la Mujer actual en relación a la vida cotidiana; en especial a la mujer-coraje, valiente, oprimida, capaz de dar, siempre dar… El legado multifacético de Nina reflejado en su vida y obras, nos insta a tomarla como modelo referencial, en una actitud responsable, comprometida y con optimismo en el crear, crecer y relacionarse. Liliana Piva es Lic. en Artes Plásticas. Docente FayD. Artista Ceramista. Imágenes en: http://ninakislokairiyama.com/galeria.html

Recetas. Las mejores sugerencias para mirar arte contemporáneo

El arte contemporáneo despierta infinidad de interrogantes al momento de transitar en los espacios donde son presentados y, así, suscitan en nosotros algunas cuestiones tales como ¿qué buscamos cuando nos paramos frente a una obra de arte contemporáneo?, ¿cómo se mira una obra?, ¿es necesario que la obra sea entendida?, ¿qué es comprender arte y cómo se hace?, entre otros. Recetas. Las mejores sugerencias para mirar arte contemporáneo, es una propuesta que reúne la experiencia acumulada por el área de educación del Museo Castagnino+macro, con la finalidad de invitarnos a recorrer diferentes guías para apreciar arte hoy día. En este marco, Roberto Echen nos dice “la propuesta oscila entre bordes imprecisos: la ironía y el deseo de dar forma, la imposibilidad y la desesperación, lo didáctico de un modo que no lo puede ser…”(p.18). Aquí encontramos opiniones de especialistas del campo en el arte actual, y su lectura transcurre entre situaciones donde indican, prescriben y formulan posibles modos para acercarnos a la comprensión constructiva del arte contemporáneo. En otras palabras, posibles maneras de abordar la experiencia de ver y experimentar. Célica Christensen es Prof. y Lic. en Artes Plásticas. Docente FAyD. Artista Visual. Título: Recetas: las mejores sugerencias para mirar arte contemporáneoAutor: ECHEN, R. [et. al.]Año: 2010Buenos Aires: Ediciones Castagnino/macro Pp: 64 Link editorial: Recetas Vol. I