Nina Estanislada Kislo de Kairiyama (1945-2011) Ceramista de Oberá. Se autodefinió como el resultado de una mixtura étnica que influye en su accionar artístico, marcando a fuego sentimientos, desde un principio y que seguían fluyendo, que estaban siempre presente. Comienza a incursionar en el arte como profesora de dibujo, y luego como especialista en cerámica, en la Facultad de Artes de Oberá (Misiones), donde marcó a fuego constante su proceso artístico. Fundó el instituto de investigación Apoava, llegó a ocupar varios cargos directivos y desempeñarse como vicedecana entre los años 1990-1994, siempre con gran reconocimiento a sus maestros y a la institución que le permitió crecer como a la actividad docente, donde con pasión reconoce la retroalimentación entre el docente y el alumno, interacción también compartida con la creatividad, ya que fue el arte el centro de su vida. Humilde, generosa, artista de nuestra tierra, sus obras logran el reconocimiento y premios en importantes salas de nuestro país como de otros lugares del mundo, siempre con consciencia de que el premio la condicionaba a mayor compromiso y superación. Su apasionada dedicación comienza valorizando el material, dando preferencias al ñaú -arcilla regional- de Misiones llevándola a todas sus posibilidades de técnicas, modelados, textura, color, quemas, ensambles… a lo que sumó “Actitud, espíritu crítico y hacer y hacer” – que eran sus consignas. Plasmadas en modelado escultórico y también en murales, todas sus obras se presentan en pequeños como en gran formato. Los colores de su tierra misionera, todos los rojos y los verdes de los montes, y los colores estridentes de las floraciones, el sol y la lluvia, aportaban para ella alegría en sus piezas, decía. Utilizaba esmaltes de colores brillantes como también la sumatoria de vidrios; y en el ensamblaje final, elementos de madera o hierros que interactuaban logrando conformar un todo. Nina tomaba lo cotidiano y sencillo para representar lo profundo y emocional. Sus manos, más que modelar, narraban… por medio de un modelado rápido, ingenuo, intuitivo deja un sello sin la necesidad de acabados y cánones morfológicos, no es raro ver entre sus obras rostros inconclusos o que parte de ella no está definida, pero esta presencia de ausencia se hace mensaje de sentimientos, ¿cómo observar a una mujer oprimida si estas están con un velo de barro que cubren sus rostros? Priorizó el concepto como modo de expresión, “plasmar lo indescriptible, lo fugaz y lo imposible” como lo definía, creando desde el realismo mágico y teniendo como eje central a la Mujer actual en relación a la vida cotidiana; en especial a la mujer-coraje, valiente, oprimida, capaz de dar, siempre dar… El legado multifacético de Nina reflejado en su vida y obras, nos insta a tomarla como modelo referencial, en una actitud responsable, comprometida y con optimismo en el crear, crecer y relacionarse. Liliana Piva es Lic. en Artes Plásticas. Docente FayD. Artista Ceramista.
Imágenes en: http://ninakislokairiyama.com/galeria.html
Mixtura y barro en la expresividad

